Sí, es hoy. Y tuve la hermosa oportunidad de dar el discurso que les dejo a continuación:
¡Buenos días para todos!
Es un honor para mí poder estar frente a ustedes en la celebración de este logro tan especial para nuestras vidas. Hemos llegado a este momento construyendo con esfuerzo el día a día; pero esta obra la han ayudado a levantar muchas manos, a las cuales agradecemos hoy:
Gracias a Dios, quien en su infinito amor nos ha dado la oportunidad de estar vivos, de crecer como seres humanos y de formarnos como profesionales, iluminando nuestros pasos cada segundo.
Gracias a nuestros padres quienes han deseado este momento para nosotros desde que nuestros ojos se abrieron al mundo por vez primera, y nos han llevado de la mano como al niño que está aprendiendo a caminar. Hoy emprendemos pasos firmes y deseamos que nuestro camino sea siempre motivo de orgullo para ustedes.
Queridos hermanos, primos, tíos, abuelos: ustedes son compañeros de una escuela aún más grande, la escuela de la vida; este triunfo también es suyo.
Este momento también es posible gracias al apoyo y empeño que nos han dado la Universidad y nuestra Facultad, gracias a todos los que las conforman por las pequeñas labores diarias para facilitar nuestra formación, puesto que hoy rinden sus frutos.
Gracias a nuestra decana y docentes por su generosidad, por procurar que sus enseñanzas nos nutrieran no sólo de conocimientos, sino también de valores; ayudándonos a ser mejores personas cada día. Esta experiencia no hubiera sido la misma sin todos y cada uno de ustedes, con su forma única de mostrarnos la realidad.
No me quedan dudas de que esta promoción, que hoy se convierte en egresados, dejó huellas imborrables en su paso por esta institución. Es un maravilloso grupo de jóvenes capaces, inteligentes, luchadores y emprendedores, que se mantuvo receptivo y siempre dispuesto a construir cosas nuevas. Ha sido una experiencia inigualable el poder compartir estos últimos años rodeada de personas tan admirables que cada día me impulsaban a dar lo mejor de mí.
Queridos compañeros y amigos… ¡Lo hemos logrado! Hoy saldremos de este recinto con el título de Profesionales en Finanzas y Relaciones Internacionales, con un sueño realizado, y una sonrisa en el rostro. Todos nuestros esfuerzos cobran sentido hoy más que nunca y la felicidad embarga nuestros corazones.
Pero también abandonaremos este auditorio con una promesa, porque hemos emprendido una profesión que va más allá de los negocios y la política, una profesión que tiene la capacidad de cambiar los cimientos de la realidad misma para trabajar por un mejor país. El acumulado de conocimientos y análisis que hemos cultivado, encontrarán en nuestra sociedad el mejor laboratorio de trabajo, es allí donde demostraremos nuestra madera… al poner al servicio de los demás las valiosas herramientas que hemos adquirido.
La vida nos llevará a todos a lugares y posiciones inesperadas, pero confío plenamente en que dentro de algunos años nos encontraremos todos siendo agentes de cambio desde nuestros proyectos, estudios, empresas y familias.
Hemos iniciado una etapa definitiva de nuestra existencia en la que todo está en nuestras manos. Lo que hagamos a partir de hoy marcará trazos en este óleo en blanco que se llama vida y sólo al final de la misma podremos contemplar la obra de arte que hemos creado; por eso hoy quiero abrir una invitación a usar sólo colores hermosos, a pintar con alegría, con emoción, con técnica pero sin temerle a improvisar y a corregir nuestras faltas, puesto que muchas veces de los errores surgen las creaciones más bellas.
Hago un llamado abierto a nunca desfallecer. Ante las dificultades, ante el desengaño, ante el temor… nunca desfallecer. En ti tienes todo lo que necesitas para triunfar y esta es una generación de triunfadores. FELICIDADES.
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